lunes, 21 de febrero de 2011

Primera entrada: Acercamiento crónico a una locación

Elegí la Biblioteca Carlos Fuentes, porque el frío de la calle justo ahora no es del todo agradable; además, los ventanales del 2º piso, permiten observar parte de la explanada del Parque Juarez y las escaleras que conducen a la Pinacoteca.

Así que, saliendo del calabozo, obviando las diminutas escaleras, traté de no molestar a las intendentes en su hora de bordado. Hallamos a Marón en el patio 2 y conversamos de lo altos que están los precios de películas y químicos en el Df. Al caminar hacia la salida, me saludó un compañero de Diseño del que no recuerdo el nombre.

En la calle, un grupo de chicos de secundaria, lanzaban pases con un balón de fútbol americano y comentaban como "El Chicharito" falló varios tiros contra Bosnia en el partido de la noche anterior. Una niña de este mismo grupo, cuchicheaba con sus compañeras algo relacionado con el aficionado que entró al campo medio desnudo. La niebla hace borroso el trayecto y una viejita choca varias veces con la gente que camina en sentido contrario.

Al llegar a la biblioteca, noté que un tipo de gafas obscuras, cabello hirsuto y chamarra de mezclilla me seguía. Cuando sacaba libreta y pluma de mi mochila, en la barra de la recepción, el tipo preguntó algo a la encargada. Algo de lo que no esperaba respuesta, ni la obtuvo. El tipo me siguió al 2º piso y buscó(con las gafas aún puestas) entre uno de los estantes. La encargada del piso le preguntó "¿Buscas algo?" y este contestó torpemente: "Algo como de amor, o como de poesía"

Por los ventanales, apenas se veía a 200 metros. La niebla espesa y los árboles frondosos poco permiten de visibilidad. Aún así, logré ver a varios grupos de estudiantes jugando a algo similar a "La Roña" pero enfocado a zonas erogeneas de unos a otros. El señor los Hot Cakes parece tener un buen día, porque su plancha se llena y rellena de discos de masa, y la fila de gente no parece disminuir.

Algo de lo destacable de esta posición, es lo nítido que se nota el correr de la brisa, contra el contraste verde obscuro de las hojas en los árboles una suave pero constante corriente de viento, mueve a millones de gotas diminutas que se estampan en los rostros de los transeuntes y los paseantes del Parque. Llevo más de 15 min aquí y al muchacho que aguarda en la escalera ya le hablaron por segunda ocasión, llegarán más tarde, pero le piden que siga esperando. Al tipo de gafas obscuras le faltarán mas años en la primaria, porque se le complica la lectura del otro lado de la sala. Me voy de aquí.